Los procesos educativos, en cualquier momento histórico, se llevaron a cabo siempre con la ayuda de elementos materiales, físicos y tangibles. Pero estos aspectos "físicos" han recibido una consideración marginal por parte de la pedagogía.
Si bien la escuela siempre usó distintos soportes para organizar y transmitir los contenidos curriculares, la problemática de la organización de la información y la importancia de los aspectos materiales y físicos que intervienen en el proceso educativo se han ido acrecentando en las últimas décadas.
Un factor importante para el aprovechamiento de estos materiales en la escuela es la gestión de su uso, lo que remite a cuestiones organizativas y de marco pedagógico (desde lugares de guardado, espacios y tiempos para su uso, hasta modos de empleo, circulación de los mismos, personas habilitadas para su manejo, relación de éstas con el docente a cargo, etc.)
Sin embargo, lo que interesa particularmente a este proyecto es favorecer la integración de los materiales a las prácticas pedagógicas, aportando elementos para la selección y el uso de los mismos desde criterios pedagógicos. Se analizarán los materiales en relación con la actividad del docente en la enseñanza de los contenidos curriculares, intentando así promover su responsabilidad e iniciativa personal.
Ejemplos de posibles materiales serían: papel, vidrio, aluminio, plástico, cartones,… todo ello en forma de cartulinas, folios, periódicos, revistas, botes, botellas, latas, papel de aluminio, tubos, bolsas, cajas,… En la vida diaria este tipo de materiales son a menudo desechados una vez usados, sin saber darle cualquier otra utilidad.